Análisis de balances: objetivo y pasos a seguir
El análisis de balances se puede definir como un análisis de los activos, pasivos y patrimonio de una empresa. Este análisis se realiza generalmente en periodos de tiempo establecidos, como anualmente o trimestralmente, aunque la frecuencia dependerá de cada empresa y de su mercado.
El proceso de análisis de balances se utiliza para obtener cifras reales sobre el estado de las cuentas de la empresa que ayudarán a tomar las mejores decisiones estratégicas para su futuro.
¿Cuál es el objetivo de análisis de balances?
El análisis de balances puede servir a distintos propósitos dentro y fuera de la empresa. Entre ellos, destacan los siguientes:
Medida de control útil para los inversionistas, banqueros de inversión o corredores de acciones que necesiten validar la rentabilidad de la inversión en una compañía específica.
Medio de verificación para instituciones financieras, antes de aceptar la concesión de créditos o préstamos.
Instrumento de soporte para la toma de decisiones estratégicas por parte de la gerencia de una empresa.
¿Cómo realizar un análisis de balances?
Pese a que el análisis de balances es una tarea bastante técnica, no es complicada de llevar a cabo si se siguen estos pasos:
El primer paso consiste en sumar los pasivos y el capital accionario pagado. La suma debe coincidir con la suma de los activos totales. Después de llevar a cabo este conteo, habría que comparar los activos totales con los pasivos totales. No obstante, hay que tener en cuenta que esta evaluación no incluye el monto de las acciones emitidas en los pasivos. Si los activos totales superan a los pasivos totales, la posición financiera y el rendimiento de la empresa se consideran buenos.
El siguiente paso consiste en revisar los activos y pasivos actuales. A veces, se considera una buena señal el tener más pasivos no garantizados.
Otro paso importante es calcular el ROI dividiendo el ingreso neto por los activos. Las compañías productoras cuentan con un ROI alto, a diferencia de las compañías inmobiliarias y de arrendamiento, por ejemplo, que suelen presentar un retorno de la inversión más bajo.
El cuarto paso implica prestar una especial atención a los derechos de autor y las patentes. Es importante tener en cuenta la relación entre la cantidad invertida para la investigación y los rendimientos obtenidos.
A continuación, habría que calcular la relación del activo de la deuda dividiendo los pasivos totales por los activos totales. Una menor dimensión de responsabilidad refleja un mejor desempeño de la empresa. Se trata del resultado más deseable en el análisis de balances.
Otro paso incluye la estimación del índice de rotación de cuentas por cobrar que significa la relación entre la inversión en ventas y el dinero por cobrar. Un mejor estado financiero se refleja en una gran cantidad de cuentas por cobrar.
Otro índice importante es el índice de rotación de inventario que indica la capacidad de la empresa para producir bienes con activos disponibles.
El paso final del análisis de balances tiene que ver con la evaluación de otras características de la empresa, como pueden ser sus calificaciones crediticias o sus proyectos actuales. Este análisis es útil para evaluar las perspectivas del negocio en un futuro cercano y complementará al resto de investigación que el proceso analítico ha permitido llevar a cabo…