Del líder y su equipo, del equipo y su líder
Es líder quien tiene seguidores, bajo esta premisa, el líder deberá obtener los mejores resultados en unión con su equipo, es así como nacen las empresas altamente productivas.
Y para obtener los mejores resultados, ante todo, un líder es un especialista en administrar las energías, las emociones, las expectativas y los objetivos de su equipo.
Además, cuando el líder sabe combinar los objetivos organizacionales con la bondad por las personas, activa en su equipo la capacidad de sobrepasar el conformismo y de construir un trasfondo compartido en el que coexistirán el enfoque en la meta empresarial, la conciencia del ritmo productivo y el propósito de superar cualquier barrera que limite la buena gestión.
Como el virtuosismo individual es la base del nivel colectivo; el líder ofrecerá las condiciones necesarias para que se libere el máximo potencial de cada integrante y el equipo responderá entregándole el rendimiento ineludible para que se disfruten de los buenos resultados y la grandeza necesaria para fortalecerse ante la adversidad.
Un líder sabe que necesita estar cerca de su equipo para escucharle, para construir relaciones, para admirar sus fortalezas, para entender sus debilidades, y sabe también que precisa tomar distancia para observarlo actuar y así brindarle su valioso aporte; retroalimentación, entrenamiento, inspiración, experiencia, empoderamiento, visión de futuro,
Aquellos líderes que estén obteniendo resultados en medio de la tensión, ansiedad o estrés deberán armonizar su estilo personal y encontrar el balance ideal entre ser justo y bondadoso, exigente y condescendiente, firme y flexible, humano y disciplinado, pues ningún colaborador podrá entregar su mejor aporte sin inspiración o empoderamiento, y esto, lo podrá activar un buen líder con serenidad, optimismo y alegría.
El combustible que provee el líder al equipo y a cada persona es la confianza, el alimento es el respeto, la medicina es la tolerancia, el energizante es el entendimiento y el camino es la conciencia de unidad, mejorando día a día en él y en su equipo, la habilidad comunicativa, el virtuosismo ético, las competencias, los conocimientos y las experiencias individuales, pues es así como cada persona y el equipo en consecuencia entregará su aporte para cumplir la meta organizacional.