¿Cómo eliminar el retrogrado dualismo funcional Supervisor – Supervisado?
Ante la alarmante mescolanza, confusión y enredo de términos, creo necesario invitarlos a un instante de reflexión.
¿¡Ah!, o es qué acaso no es lo mismo manejar un trasatlántico que manejar un peñero?, total, ambos flotan y navegan en el mar.
La relación diádica [1] entre el Supervisor y el Supervisado, no termina de romper, definitivamente, el cordón umbilical con el pasado. No se puede negar que desde la primera Revolución Industrial hasta nuestros días, han sido notables los cambios por los que ha transitado dicha relación, sin embargo, los grandes avances científicos y tecnológicos, exigen cambios profundos en dicha relación.
El enraizado dualismo, señalado en el título de este humilde opúsculo, ha sido de una utilidad única para los Supervisores y asesores ya que ha permitió centrar toda la atención en el control de un determinado tipo de variables, obviando otras que, como consecuencia de la postura epistemológica del uso de éstas, definitivamente, no estaban en el radar, en consecuencia, no son tomadas en consideración y, por ende, no existen.
En esa búsqueda del ¿por qué?, y apoyándose en el principio de causalidad, las organizaciones, por presiones, producto de la intermitente inestabilidad interna, han invertido sumas exorbitantes, a fin de esclarecer y precisar, el cósico [2] de la aitía [3] (causa) y así minimizar los efectos.
Loable la posición de los Supervisores e interesante los aportes de los consultores externos, pero tras reuniones y más reuniones, pruebas, experimentos y más pruebas, no nos damos cuenta que estamos haciendo uso de relaciones espurias, basándonos en ilusiones y espejismo, producto de mirar a través del manto de maia [4] el escurridizo noúmeno [5] de Kant (Kant 2007).
Lamentablemente, nuestro consiente, controlado por nuestra avidya [6], no nos permite tener una visión holística y omniabarcante que nos facilite el forjar una explicación causal-mecánica de los acontecimientos (causa) que están dinamitando (efecto) el equilibrio y el bienestar orgánico de la organización.
Optimizaciones y mejoras en los procesos, recortes presupuestarios, anacrónicos incrementos en algunos inútiles controles de gestión, son los clásicos dogmáticos paños calientes (dichas optimizaciones, recortes y controles, son necesarios, coadyuvan en la solución, pero no erradican el problema), son las aspirinas con las que pretendemos resolver nuestros males, y así lograr un incremento en la calidad del producto, un incremento en la calidad de vida de nuestros supervisados, un incremento en la satisfacción del cliente, en fin, lograremos eliminar la competencia y adueñarnos del mercado.
Un momento, escucho un entorpecedor, !!!!Ring Ring!!!, de mi despertador, creo que ya es hora de abrir los ojos y tomar conciencia que estamos en el siglo XXI, estamos en la era de la sociedad del conocimiento (Drucker 1969).
Mi estimado lector, toda organización está conformada por homos sapiens, por personas, por seres humanos, por ende, todo problema, todo inconveniente tiene una única causa como génesis del hecho real, siendo ésta, el hombre, el trabajador del conocimiento.
En la medida que dicho trabajador del conocimiento esté a gusto con lo que hace, en la medida que dicho homo sapiens se siente que forma parte de la solución, en la medida que reciba respeto como persona y como profesional, los problemas, los conflictos, los inconvenientes disminuirán notablemente.
El trabajador de la Revolución Industrial, el trabajador de la época de Fayol, Taylor y McGregor, quedó en el pasado. Hoy el trabajador del conocimiento tiene otras necesidades, se enfrenta a otra realidad. Solo al sustituir el retrogrado dualismo ontológico funcional Supervisor Supervisado con los potentes prefijos Co, Con y Com el Supervisor achicará el abismo ancestral con sus Supervisados, generando un poder sinérgico que aflora al cristalizar la simbiosis del tipo mutualista entre el Supervisor y sus Supervisados.
En la medida que se internalice la copertenencia y se acepte la coimplicación en el quehacer diario, solo así se tendrá cambios profundos que permitirán engendrar un frente hermenéutico homogéneo, capaz de dilucidar la aitía y el cósico que la conforma.
Mi estimado Supervisor, Gerente o Directivo, convierta el uso de los prefijos Co, Con y Com en una práctica inmanente a su gestión; inicie sustituyendo el yo por el nosotros y lleve a la praxis el uso constante de los vocablos que tengan dichos prefijos y le garantizo que en términos de semanas notará cambios importantes en su quehacer diario.
Algunos ejemplos:
Copertenencia Coimplicación Cogenerar Coposesión
Coarticulación Codirigir Coexistir Connaturalidad
Coparticipación Copiloto Coproducción Coproducir
Corresponder Coautor Cooperar Compartir
Connotar Congraciar Convivir Confidente
\»Lo bueno\» puede ser suficiente para algunos. Pero nosotros, los trabajadores del Conocimiento, debemos buscar \»lo excelente\» y nunca, pero nunca, conformarnos con menos.
Bibliografía
Drucker, Peter. La era de la discontinuidad. New York: Harper & Row, 1969.
Kant, Immanuel. Crítica de la razón pura. 1ª. Traducido por Mario Caimi. Buenos Aires: Ediciones Colihue, 2007.
NOTAS
[1] Término acuñado por el sociólogo alemán Georg Simmel (1858-1918), en su investigación sobre la dinámica de los grupos sociales pequeños, para referirse a los grupos sociales compuestos por dos personas. Los matrimonios, las relaciones de pareja o las amistades íntimas son grupos de este tipo (Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Díada?oldid=72497160)
[2] La materia de la que algo está hecho (Fuente: Martín Heidegger, Arte y poesía, México, FCE, 1973)
[3] Palabra del griego clásico causa. Principio productivo de efectos, respuesta a la pregunta de por qué se produce algo. Aquello que produce algo, que es su efecto (Fuente: Vocabulario de Filosofía, http://endrino.pntic.mec.es/~jsap0042/Textos/vocabulariofilosofico.htm)
[4] O Maya es la deidad principal que manifiesta, perpetua y gobierna la ilusión y el sueño de la dualidad en el universo de los fenómenos (Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Maya_(ilusión)?oldid=77363556)
[5] Es la realidad , tal como es, independientemente de nuestra experiencia (cada uno ve su mundo de manera distinta)
[6] Al enfocar la mente en los detalles perdemos la visión holística y omniabarcante, ignorando su unidad y centrándonos en cosas y objetos que, en realidad, no tienen existencia separada, según las enseñanzas budistas (Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Avidya?oldid=74806973 )