La deforestación en la Amazonía brasileña baja un 21 % en agosto pero aún es alta
Las alertas de deforestación en la Amazonía brasileña cayeron un 21 % en agosto frente al mismo mes del año pasado, pero siguen siendo elevadas, pues el resultado es el segundo peor desde 2015, informaron este viernes fuentes oficiales.
Según el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), vinculado al Gobierno de Brasil, se registraron nuevas zonas deforestadas en 1.359 kilómetros cuadrados de la Amazonía brasileña, frente a los 1.714 kilómetros cuadrados récord de agosto de 2019.
Los datos son obtenidos a partir de imágenes por satélite que emiten alertas cuando detectan alteraciones en la cobertura vegetal del mayor bosque tropical del planeta, que ocupa alrededor del 60 % del territorio brasileño.
En los ochos primeros meses de este año, las alertas de deforestación disminuyeron un 4,94 % en la Amazonía frente al mismo periodo de 2019, hasta alcanzar un total 6.099 kilómetros cuadrados.
Organizaciones medioambientales advirtieron este viernes que, pese a ese descenso, «los niveles de destrucción de la Amazonía continúan siendo alarmantes».
WWF-Brasil expresó en una nota que los números de agosto «tampoco son suficientes para revertir la tendencia de crecimiento de los incendios» en el bioma, los cuales «se alimentan de la materia orgánica» que produce la deforestación.
«Quien taló ahora necesita quemar para ocupar el suelo y septiembre es el segundo mes más seco en la Amazonía y una de las últimas oportunidades para hacerlo», lo que ayuda a entender por qué «los incendios aumentaron un 85 % en los primeros diez días» del mes, indicó Mariana Napolitano, gerente del Programa de Ciencias de WWF-Brasil.
La Amazonía brasileña registró en agosto pasado 29.307 fuegos frente a los 30.900 del mismo mes de 2019, que entonces fueron los peores de la última década y generaron una enorme alarma internacional que este año no se ha repetido con la misma intensidad.
Sin embargo, los datos de agosto podrían haber sido peores, pues un fallo en uno de los satélites impidió recoger las estadísticas correspondientes al día 16 de agosto.
La situación, este 2020, parece ser más preocupante en el Pantanal, considerado el mayor humedal del planeta que Brasil comparte con Bolivia y Paraguay y donde avanzan también devastadores incendios.
En este ecosistema se han registrado ya 10.153 fuegos entre enero y agosto, lo que supone un incremento del 221 % respecto al mismo periodo del año pasado.
Según el servicio de meteorológico brasileña, inmensas columnas de humo como consecuencia de los incendios en la Amazonía y el
Pantanal ya están llegando a ciudades del sur y sureste del país, como ya ocurrió el año pasado.
La sociedad civil responsabiliza de ello al discurso «antiecologista» del presidente brasileño, el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien defiende la explotación de los recursos naturales en la Amazonía, poner fin a la demarcación de nuevas tierras indígenas y, recientemente, tildó de «mentira» que el ecosistema tropical «ardiera en fuego».