Aunque apague el móvil, le seguirán escuchando
Como se ha publicado recientemente en los medios de comunicación, las empresas tecnológicas como Google y Facebook han admitido el gran escándalo de las escuchas a través de sus aplicaciones. Sin embargo, tras analizarlo en contexto, puede ser que no sean ni tan grave como parece, ni tan simple como para dejarlo pasar desapercibido.
Desde que la humanidad entró en la era digital, y se conoció el poder de la información a través de conceptos como el Big Data, las cosas se han ido perfeccionando. Las metodologías de las empresas para obtener información de sus clientes o potenciales clientes se ha ido refinando y sofisticando. Al mismo tiempo, hemos perdido definitivamente nuestra privacidad al dejar a un lado el entramado jurídico que la protegía.
Para aquellos que no conocen el término, Big Data no es otra cosa que información estructurada y desestructurada que está en internet y que viaja a través de ella o que coexiste fuera de ella. Por ejemplo: ¿No ha notado que mientras mira Instagram le aparecen las ofertas de vestidos rojos que su mujer ha estado mirando en internet? Y se preguntará: ¿Cómo aparecen en mi cuenta personal sugerencias de vestidos rojos? El Big Data, las cookies y los sistemas de escucha como los del escándalo le dan la respuesta.
Seamos sinceros, Google no estará escuchando las conversaciones del cotilleo de la vecina, ni está especialmente interesado en la infidelidad o los cobros en negro de un familiar suyo. Tampoco podemos llevar el tema a un plano de paranoia como muchos han querido y empezar a poner tiritas a la cámara del ordenador, al micrófono y a la cámara del móvil. Quizás alguien invente un sarcófago para móviles, pero esto servirá de poco pues no le entrarán las llamadas importantes…