Esta es la técnica que usaba Steve Jobs para conseguir lo que quería
Aquí te enseñamos cómo obtener lo que quieres, sea en tu carrera o en tu vida en general, utilizando ejemplos de la vida de Jobs, muchos de los cuales se explicaron en la biografía de Walter Isaacson sobre el cofundador de Apple.
Presenta con pasión. Las personas pueden ser influenciadas por fuertes muestras emocionales
Hacer presentaciones era una parte clave del repertorio de Jobs y debe serlo también del tuyo. El proceso de vender (a ti mismo o un producto) es la clave para hacer que otros quieran comprar tus ideas.
Antes de que Apple lanzara iTunes en 2001, Jobs se reunió con docenas de músicos con la esperanza de acorralar a las discográficas para que siguieran en plan de iTunes. Una de las personas a las que Jobs recurrió fue el famoso trompetista Wynton Marsalis.
Marsalis dijo que Jobs había hablado durante dos horas seguidas.
“Era un hombre poseído”, señaló, “Después de un rato, empecé a mirarlo a él y no a la cmputadora, porque estaba muy fascinado con su pasión”.
También presentó estas ideas a su equipo de publicidad con la misma pasión para “asegurarse de que cualquier anuncio que produjeran estaba impregnado de su emoción”.
Los anuncios resultantes, como el “1984” y el iPod silhouette ads, ayudaron a Apple a convertirse en mucho más que una sencilla compañía de computadoras.
Ser tremendamente honesto te ayudará a conseguir gran cantidad de seguidores
Cuando Steve Jobs volvió a Apple en su segundo periodo en 1997, inmediatamente se puso a trabajar tratando de dinamizar la compañía que había fundado, que cojeaba por tener muchos productos pero no un rumbo claro.
Jobs convocó a los mejores trabajadores de Apple en el auditorio y, llevando unos pantalones cortos y unas zapatillas deportivas, se subió al escenario y pidió que cada uno le dijera “que iba mal en este sitio”.
Después de algunos murmullos y respuestas suaves, Jobs cortó a todo el mundo. “¡Son los productos! ¿Qué les pasa a los productos?”. De nuevo, unos murmullos. Jobs gritó: “¡Los productos apestan! Ya no son sexys“.
La gente compraría las ideas de Jobs porque siempre fue sincero con lo que dijo.
Como más tarde dijo a su biógrafo: “No creo que pase por encima de la gente, pero si algo apesta, se lo digo a la cara. Es mi trabajo ser honesto. Se de lo que estoy hablando y suelo estar en lo cierto. Esta es la cultura que traté de crear. Somos brutalmente honestos los unos con los otros y cualquiera puede decirme que estoy lleno de mierda y yo puedo decirles lo mismo… Esa es la apuesta para esta en la sala: tienes que ser capaz de ser super honesto”.
Trabaja duro y otros te respetarán. El respeto es un primer paso crucial para conseguir lo que quieres.
Steve Jobs tenía una increíble ética del trabajo. Jobs dijo a su biógrafo que, cuando volvió a Apple en 1996, trabajó desde las 7 de la mañana a las 9 de la noche cada día y ,a la vez, también lideraba las operaciones de Pixar. Trabajó sin descanso y sufrió de cálculos renales. Pero insistió en impulsar ambas compañías al mostrarse constantemente y motivar a las personas para que hicieran los mejores productos posibles y lo respetaban por ello.
Desarmar a las personas con seducción y adulación
Estén trabajando para ti o tú trabajando para ellos, la gente busca constantemente la aprobación a sus acciones, y responden muy bien al afecto.
Y si continúas dándoselo, a veces, lo anhelarán. De la biografía de Isaacson:
“Jobs puede seducir y hechizar a la gente a voluntad y le gustaba hacerlo. Personas como, los antiguos CEOs de Apple, Amelio y Sculley se permitieron creer que como Jobs los hechizaba, esto significaba que les gustaba y que los respetaba. Era una impresión que a veces potenciaba regalando halagos poco sinceros a personas hambrientos de ellos. Pero Jobs podía ser encantador con personas que odiaba tan fácilmente como podría insultar a gente que le gustaba”.
Reclama que todas las buenas ideas son tuyas, y si está cambiando de posición, hazte responsable de una nueva idea con todas tus fuerzas. Los recuerdos del pasado pueden ser fácilmente manipulados
Steve Jobs no tenía razón todo el tiempo, pero era un genio convenciendo a la gente de que la tenía. ¿Cómo lo hacía? Él se mantenía firme en una postura y si la tuya era, en realidad, mejor, nunca lo reconocería. Adoptaría tu postura como suya, lo que te haría perder el equilibrio.
Bud Tribble, un antiguo ingeniero de Mac, dio esto en la biografía de Jobs (énfasis nuestro):
“Solo por que él te diga que algo es malo o bueno, no quiere decir necesariamente que opine lo mismo mañana. Si le cuentas una nueva idea, normalmente te dirá que es estúpida. Pero luego, si le gusta, exactamente una semana más tarde, vendrá y te propondrá tu idea, como si él la hubiera pensado”.
Un ejemplo: cuando Apple decidió abrir tiendas físicas para sus productos, el responsable de retail de Jobs, Ron Johnson, vino con la idea de “Genious Bar”, que contaría con las personas mas inteligentes de entre los empleados de Mac. Al principio Jobs tildó la idea de loca. “No puedes llamarles genios, son bichos raros“, dijo. “No tienen las habilidades suficientes para entrar en algo llamado Genious Bar”. Al día siguiente se le pidió al abogado de Apple que registrara el nombre de Genious Bar.
Toma decisiones de forma rápida y definitiva. Normalmente siempre podrás cambiarlas más tarde
Cuando se refiere a desarrollar nuevos productos, Apple raramente considera estudios, encuestas o investigaciones. Es raro también que lleve varios meses tomar una decisión, Jobs tendía a aburrirse fácilmente y era rápido con su instinto.
En el caso de los primeros iMacs, Jobs decidió inmediatamente que Apple lanzaría los nuevos ordenadores con un arcoiris de colores.
Jony Ive, el diseñador jefe de Apple, dijo “en muchos lugares esa decisión habría llevado meses. Steve lo hizo en media hora”.
Sobre el mismo ordenador, el ingeniero de iMac, Jon Rubinstein intentó argumentar que el iMac debería incorporar una bandeja para CDs, pero Jobs detestaba las bandejas para CDs.
En esa decisión Jobs se quedó atrás, sólo se podía grabar música con una bandeja de CDs y mientras la tendencia despegaba, la primera ronda de iMacs se quedó por detrás.
Pero como Jobs tomaba decisiones rápidas, los primeros iMacs cambiaron a tiempo y la segunda generación de ordenadores de mesa incluía una unidad de CD que podía copiar y grabar música, lo que fue la clave necesaria para que Apple lanzara iTunes y iPod.
No esperes para solucionar los problemas, solucionalos ahora
Cuando Jobs estaba trabajando con Pixar en Toy Story, que se convertiría en el primer largometraje creado completamente con animación 3D, la primera versión del cowboy Woody se fue convirtiendo gradualmente en un imbécil, principalmente por las ediciones de guiones dictadas por Disney. Pero Jobs rechazó que Disney, una de las mayores compañías del mundo, arruinara la historia original de Pixar.
“Si algo no es correcto, no puedes simplemente ignorarlo y decir que lo arreglarás más tarde”, dijo Jobs, “Eso es lo que hacen otras empresas”.
Jobs insistió en que Disney devolviera las riendas a Pixar, y al final, Woody se convirtió en un encantador personaje tridimensional en Toy Story que pasó a ser un éxito monumental.
Otro ejemplo: cuando Jobs estaba diseñando la primera Apple Store, su vicepresidente de retail Ron Johnson se levantó en medio de la noche antes de una reunión con una encrucijada en el pensamiento: “han organizado las tiendas de forma totalmente errónea”. Apple había organizado en primer lugar las tiendas en función de los productos que se vendían, pero Johnson se dio cuenta que Apple tenía que organizar la tienda en función de aquello que la gente querría hacer con sus productos.
Johnson le contó a Jobs su epifanía a la mañana siguiente y tras una breve erupción de Jobs, el CEO de Apple le dijo a todo el mundo que asistió a la reunión ese día que Johson estaba en lo cierto, que necesitaban rehacer todo el diseño, lo que retrasó los planes entre tres y cuatro meses. “Sólo tenemos una oportunidad para hacer esto bien”, dijo Jobs.
Hay dos formas de negociar con gente problemática: o los diriges…
Jobs solía ver el mundo a través de patrones binarios: “una persona era un héroe o un idiota, un producto era increible o una mierda”. Quería que Apple fuera una compañía de jugadores de división A, lo que a menudo significaba cortar con los jugadores de las divisiones B o C o presionarlos con fervor, intimidándolos hasta cierto punto, para que se convirtieran en jugadores de la división A”.
Antes de que Apple lanzara el Macintosh uno de los ingenieros vino con la idea de construir un mouse que pudiera mover el cursor de forma sencilla en cualquier dirección (no sólo arriba y abajo, derecha e izquierda), dijo Bill Atkinson, uno de los primeros empleados de Apple que desarrolló los gráficos para Mac. “No había manera de construir ese ratón de forma comercial”. Después de que Jobs escuchara la queja durante una cena, Atkinson llegó al día siguiente al trabajo y descubrió que Jobs había despedido al ingeniero. Las primeras palabras que pronunció el ingeniero que lo sustituyó fueron: “yo puedo construir el mouse”.
…o “sigue la línea con menores implicaciones” e ignóralos por completo
A Jobs no le gustaban las cosas complicadas, especialmente si le obligaban a hacer ajustes. Por eso, algunas veces, se volvía completamente distante. Como dijo el biógrafo de Jobs, Walter Isaacson, “Jobs guardaría silencio e ignoraría las situaciones que lo hacían sentirse incómodo“.
Jobs utilizaba esta táctica, extremadamente efectiva, en múltiples ocasiones: cuando el CEO de Apple, por aquel entonces, Gil Amelio, le preguntó qué papel quería jugar en la compañía cuando se volvió a incorporar tras la adquisición de NeXT, Jobs no podía decir “quiero tu trabajo”. Tampoco estaba seguro de cómo lidiar con su hija, Lisa, distanciada.
Chrisann Brennan, la madre de Lisa, la hija de Jobs, describía su táctica al biógrafo de Jobs:
“Hay una comunidad de personas que quería preservar sus casas de Woodside dado su valor histórico, pero Steve quería derribarla y construir una casa con un jardín. Steve dejó que esa casa se echara tanto a perder a lo largo de los años que no había manera de salvarla. La estrategia que utilizaba para tener lo que quería era, tan sólo, seguir la linea de la menor implicación y resistencia. De esta manera, al no hacer nada con la casa y, tal vez, incluso dejar las ventanas abiertas durante años, la casa se vino abajo. Brillante, ¿no?”.
Golpea cuando el hierro esté caliente y golpea fuerte
El éxito a menudo engaña a las personas y hace que piensen que pueden dejar de trabajar: Jobs tenía un punto de vista muy diferente. Cuando hizo su gran apuesta por Pixar valió la pena y la primera película de la compañía, Toy Story, fue un gran éxito entre los críticos y la taquilla. Así que Jobs decidió sacar la compañía a bolsa.
Los banqueros de inversiones dijeron que esto no podía ser, especialmente después de que Pixar hubiera visto sangrar sus cuentas durante los cinco años anteriores. Incluso John Lasseter, el jefe de creativos de Pixar, dijo a Jobs que debía esperar hasta la segunda película de Pixar. Pero Jobs insistió.
“Steve me invalidó y dijo que necesitábamos el dinero para poner poner la mitad del capital para nuestras películas y renegociar los acuerdos con Disney“, dijo Lasseter al biógrafo de Jobs.
Y eso es exactamente lo que pasó. Pixar salió a bolsa una semana más tarde, Toy Story se estrenaba en los cines y era un gran éxito. Superó a Netscape como la mayor salida a bolsa de 1995 y, más importante, significaba que Pixar no necesitaba depender de Disney nunca más para financiar sus películas.
De repente Disney, con su flamante departamento de animación, necesitaba a Pixar y no al revés. La compañía de Mickey Mouse se daría cuenta de ello más tarde y pagaría 7.400 millones de dólares para comprar Pixar, convirtiendo a Jobs en el mayor accionista de Disney, manteniendo a Pixar independiente y salvando al gran departamento de animación de Disney en el proceso.
Cuando tienes ventaja, utilízala
Fue una gran noticia que Steve Jobs volviera a Apple, la compañía que había ayudado a fundar pero que había perdido su magia desde entonces. Jobs insistía en que el era sólo un asesor de Apple, pero todo el mundo en Apple sabía que tenía el control. El que, por aquel entonces, era el CEO de Apple, Gil Amelio, dependía de Jobs para poder seguir adelante con su visión de la compañía.
Así que, en su primer jueves en Apple, Jobs utilizó esta recién descubierta ventaja en su provecho. Convocó en una reunión a la junta y pidió que cambiaran el precio de las acciones de Apple a la baja para hacer que se revalorizaran de nuevo. Esto era legal en aquel momento, pero no se consideraba un buen negocio, al menos éticamente. Pero incluso después de que la junta directiva se resistiera a la idea, diciendo que un estudio así llevaría meses, Jobs respondió.
“Me trajeron para arreglar esto y la gente es la clave. Chicos, si no quieren hacer esto, no vuelvo el lunes. Porque tengo miles de decisiones claves que son mucho más difíciles que esta. Si quieren retirar su apoyo en este tipo de decisiones, fallaré. Así que si no pueden hacer esto, estoy fuera y me pueden culpar. Dirán: “Steve no estaba preparado para este trabajo”.
La junta dio a Jobs lo que quería. Pero Jobs no se detuvo aquí. Al día siguiente, exigió a toda la junta ejecutiva que dimitieran “de lo contrario, voy a renunciar yo y no volveré el lunes”. Señaló que todos los miembros de la junta deberían irse, salvo Ed Woolard, y eso fue exactamente lo que pasó.
Al ser capaz de escoger su propia junta ejecutiva, y actuar de forma independiente de ellos, tenía el poder de controlar los siguientes proyectos de Apple, y fue justo lo que hizo posible que dispositivos como el iPod existan.
Exige perfección y no te conformes con menos
Jobs odiaba a cualquiera que estuviera dispuesto para comprometerse a sacar un producto a tiempo y según el presupuesto. Según él, esa idoneidad era “moralmente atroz”.
El objetivo de Jobs con Apple nunca fue el de simplemente superar a sus competidores, o incluso ganar dinero: era hacer el mejor producto posible, “o incluso un poco mejor”.
El exigía todo:
• Cuando Macintosh arrancaba demasiado lento, acosaba al ingeniero responsable, comparándolo con una situación de vida o muerte.
• Trabajó con innumerables artistas y agencias de publicidad para asegurarse de que los anuncios de Apple transmitían las sensaciones correctas y que las imágenes y el audio se sincronizaban perfectamente..
• A los ingenieros del iPod, les exigió poder acceder a cualquier funcionalidad del reproductor de música pulsando tres botones y no más. .
• Jobs insistió en que el proceso de producción de los ordenadores de Apple se redujera de cuatro meses a dos.
Cada una de estas decisiones individuales puede considerarse que son cosas de una persona quisquillosa, pero al verlas todas en conjunto, Apple creó un grupo de seguidores como ningún otro. A diferencia de otras compañías tecnológicas que han tenido sus particulares idas y venidas, los clientes y fans leales sentían que Apple anteponía sus intereses y por tanto, estaban dispuestos a pagar precios más altos por estos productos.
“Steve creó un estilo de vida único para una marca de la industria tecnológica”, dijo el cofundador de Oracle, Larry Ellison, al biógrafo de Jobs. “Hay coches que la gente está orgullosa de tener (Porsche, Ferrari, Prius) porque el coche que conducen dice algo sobre ellos. La gente se siente de la misma forma con los productos de Apple”.