Es hora de despedirse del dinero barato
Después de inyecciones por valor de 2,5 billones de euros, el BCE se dispone a destetar a la economía europea. El Consejo aborda hoy el calendario de subida progresiva de tipos de interés, a partir de mediados de 2019, y sobre todo el ritmo al que se irá retirando el programa de compra de bonos de empresas, que comenzó en junio del 2016 y que bajará ahora desde el 20% de su presupuesto total en compra de deuda este año hasta el 2,5% en 2019. Draghi se ha comprometido a dedicar todavía unos 120.000 millones de euros a la compra de activos al menos hasta el próximo mes de septiembre, 30.000 millones mensuales. A cambio, en 2019 la deuda soberana se llevará casi 85% del dinero global de las reinversiones.
El BCE reinvertirá más de 180.000 millones de euros correspondientes a vencimientos de activos durante los próximos doce meses para mitigar el impacto, pero se decida el calendario que se decida en la reunión de hoy en Riga, la primera a la que asiste Guindos, es hora de ir diciendo adiós al dinero barato. El adiós ha sido suficientemente anunciado, pero todavía puede haber sorpresas porque los fondos de inversión y otros grandes inversores de renta fija sospechan que puede haber una burbuja en los activos de crédito, especialmente en la deuda de peor calificación crediticia como la de los países del sur de Europa, incluida España, los que más se beneficiarían de un calendario más lento.