¿Econometría o economentira? La realidad económica que se esconde tras la cocina
No es ninguna novedad ni ninguna sorpresa que los datos macroeconómicos que presentan los diferentes gobiernos están maquillados en las democracias más consolidadas.
Cocinar datos macroeconómicos se cocina incluso en las democracias más avanzadas, pero la dimensión de la receta alcanza otro orden de magnitud en países «dictapitalistas» y en países no tan desarrollados. Estas prácticas parecen formar parte de una estrategia perfectamente planificada para ganar poder y capacidad de influencia a nivel mundial. Y les está dando resultados.
La ruta de la seda de hoy en día acaba en África, pero tiene paradas intermedias por todo el globo
No debería resultar ninguna novedad para nuestros lectores más habituales el hecho de que superpotencias como China lleven años tratando de extender su área de influencia política y socioeconómica por todo el globo.
Pero pronto los motivos por los que posaban sus ojos sobre uno u otro país se ampliaron, y hoy en día sus motivaciones para lanzarse a la conquista socioeconómica de un nuevo país pueden tener su origen incluso en una mera aspiración político-militar. En el caso concreto de China, este otro tipo de aspiraciones quedan patentes con sus políticas expansionistas en el Mar de China. Ante la estupefacción de sus vecinos, aumenta día tras día su presencia militar en la zona, llegando incluso a crear nuevas islas artificiales en avanzadilla donde ubican bases militares.
Y en temas económicos pasa tres cuartos de lo mismo. Donde hay interés de cualquier tipo, se procede a emprender una conquista con los medios que procedan de entre los que tiene en su arsenal. En la era de la globalización, siendo como es la segunda economía del planeta, los países a su alcance son prácticamente todos, pero más aun siendo uno de los principales consumidores de materias primas a nivel global…