El crecimiento de la Eurozona se frena ¿hay que preocuparse?
Los datos de crecimiento en la Eurozona habían sido muy positivos en los últimos trimestres. Desde el tercer trimestre de 2016, en el que el crecimiento interanual fue del 1,70% ha ido avanzando ininterrumpidamente en los siguientes trimestres y, en el cuarto trimestre de 2017, el crecimiento alcanzó la cuota del 2,80%.
No obstante, en el primer trimestre de 2018 se ha producido la primera desaceleración de este crecimiento, con un dato del 2,50%, una desaceleración de tres décimas frente a dato interanual del trimestre anterior. De las cuatro grandes economías de la Eurozona, solo España muestra un avance superior a esta cifra con un crecimiento del 2,90%. En contraste, Alemania, Francia e Italia ha reflejado un crecimiento interanual del 2,30%, 2,10% y del 1,40% respectivamente.
Si lo vemos trimestre a trimestre, la expansión del 0,40% de la economía de la Eurozona ha sido la más débil en seis trimestres, después de registrar un crecimiento del 0,70% durante el último trimestre de 2017.
Sin duda se tratan de nuevas señales de debilidad económica en Europa lo que agudiza los temores de que la recuperación de la unión monetaria después de la crisis se esté agotando.
Las razones que justifican el freno al crecimiento
Lo cierto es que esta desaceleración del crecimiento del conjunto de la Eurozona se atribuye principalmente a factores temporales como el mal tiempo pero también hay que tener en cuenta que el factor guerra comercial y el Brexit que también fueron responsables sólo unos meses después de que la Eurozona viera cómo su PIB crecía a su ritmo más rápido en una década.
El propio Mario Draghi, presidente del BCE, reconoció que el ritmo de recuperación en la Eurozona se ha ralentizado desde principios de 2018 debido a «una pérdida de impulso que es bastante generalizada en muchos países y en todos los sectores»…