Las empresas esperan preparación, pero también actitud
El III Ranking Universidad-Empresa (realizado sobre 3.545 empresas españolas privadas de más de 10 empleados, sobre la capacitación de más de 17.700 profesionales) supone un práctico termómetro sobre las percepciones de empleabilidad de la empresa respecto a los egresados universitarios. En él se destacan Educación, Actividades Sanitarias e Información y Comunicaciones como los sectores que lideran las contrataciones de recién graduados. Administración y Dirección de Empresas y las Ingenierías son las titulaciones más demandadas. También se subraya la importancia de competencias como trabajo en equipo, habilidades interpersonales y comunicación, conocimientos técnicos de la profesión, honestidad y compromiso ético, capacidad de aprendizaje, análisis y resolución de conflictos, orientación a resultados y habilidad para trabajar en entornos multiculturales y multidisciplinares.
Como señala Segundo Píriz, presidente de Crue Universidades Españolas: «Las universidades españolas están plenamente comprometidas con la empleabilidad y el emprendimiento de sus egresados, especialmente en estos últimos años tan duros para el empleo. Prácticas en empresas, intercambios académicos, ecosistemas de emprendimiento y la mejora de los conocimientos en idiomas e informática son algunos de los ejemplos de la contribución de las universidades a la mejora de la empleabilidad de los universitarios».
En opinión del especialista Pedro Gioya, socio de Instituto de Liderazgo: «La universidad española está realizando progresivamente cambios de calado para no ser solo una institución académica y ofrecer también a sus alumnos metodologías y dinámicas que potencien la innovación y el acercamiento al mundo empresarial y laboral. Esto se observa especialmente en el enfoque práctico y la creación de simuladores que permitan a los alumnos enfrentarse a situaciones reales pero en entornos seguros y con un ââ¬Ëfeedbackââ¬â¢ inmediato de los profesores». Gioya destaca, además, cómo tanto las escuelas de negocio como las universidades deben tener un enfoque más flexible para realizar cambios y anticiparse a las situaciones a las que se van a enfrentar los alumnos.
Sean universidades, centros adscritos y escuelas de negocios, las empresas construyen cada vez más puentes entre sus necesidades laborales y la amplia oferta de estudiantes y licenciados. BMW o Facebook desarrollan becas de especialización para aspirantes a entrar en sus plantillas, Telefónica ha consolidado su programa Talentum y, por ejemplo, Huawei ha llevado, a través del programa «Creando Oportunidades a través de la Educación», a varios estudiantes españoles a China para que se formen en nuevas tecnologías y en su desarrollo. El programa, que comenzó a desarrollarse en España en 2013, ha becado hasta el 2016 a 60 estudiantes, que viajan durante a dos semanas a las sedes de la compañía en Shenzhen y Pekín (China). Por otra parte, instituciones como FUE (Fundación Universidad y Empresa) apuestan por el talento y la innovación con la filosofía denominada como «Deep Linking», sobre cuatro grandes objetivos: la empleabilidad, la formación, la innovación y el emprendimiento, e impulsaron iniciativas como la Talentoteca, que aglutinó a 510.000 empresas y 415.000 estudiantes y graduados.
El mercado del siglo XXI
En la mayoría de los casos, la tecnología y la innovación deben formar parte del equipaje de los aspirantes, como sucede en el caso de Everis. La socia responsable del area de People, Flora García Mesa, habla sobre las necesidades de las empresas a la hora de reclutar personal, en un proceso en el que la formación no se detiene, y en el que ellos mismos aportan su experiencia y capacidad con ejemplos como Everis School, para impulsar la formación de profesionales TIC: «En el caso de España, contratamos fundamentalmente del sector de las escuelas de telecomunicaciones, matemáticos, físicos, informáticaâ⬦ Los perfiles tienen una buena base de conocimientos técnicos, pero hay ámbitos fundamentales en los que hay recorrido de mejora, como ser capaces de desarrollar la capacidad de aprendizaje y adaptación al cambio; invertir en el desarrollo de las habilidades interpersonales mal llamadas ââ¬Ësoftââ¬â¢ ââ¬Ë(trabajo en equipo, comunicación, liderazgo, etc.)». Los tiempos cambian y, como subraya García Mesa: «Si antes la gente se planteaba la vida como estudio, trabajo y me jubilo, ahora nos encontramos en tiempos de formación continua, de cambios de ocupación, más aún si hablamos de tecnología».
La internacionalización es otra de las apuestas obvias de las empresas y de los centros especializados en formación superior. Movilidad geográfica y una concepción global de las habilidades y capacidades profesionales son cada vez más communes en las propuestas de, por ejemplo, las prestigiosas escuelas de negocios españolas. En el caso de ESIC, su Nuevo Global MBA, impartido en inglés, ofrece a sus alumnos la opción de estudiar en tres continentes (Europa, Asia, y América). El nuevo Grado en Digital Business y el nuevo Bachelor Degree in Business Administration and Management (ADE en inglés) son otras destacadas bazas de la institución.
IEB (Instituto de Estudios Bursátiles), por su parte, se integra en esta vocación internacional con estudios como sus Grado y Máster en Bolsa y Mercados Financieros, con la posibilidad de estudiarlo en inglés y con una estancia en el cuarto curso en la London School of Economics, con profesores que aportan un signo de distinción, propio de una compañía que cuenta con un profesorado en el que se encuentran un 65% de doctores, 14% de presidentes y CEO, etc. Acciones, entre otras, de «coaching» y «mentoring», talleres de competencias transversales, «networking» y una formación muy práctica consolidan una opción de empleabilidad y emprendimiento de calidad para ejercer distintas ocupaciones en la Economía y la Empresa y el Derecho.
Sin duda, el mundo amplía cada vez más sus fronteras y las empresas cuentan con un reclutamiento cada vez más internacional. Por ello, las nuevas formas de concebir la formación se abren paso cada vez más en nuestro país, como experimenta cada día Daniel Espín, profesor de comunicación y «media studies» en CIS/Endicott y en programas internacionales de Accent para la Universidad de California, que destaca la versatilidad del sistema universitario americano: «Ha permitido históricamente al estudiante universitario americano alcanzar una capacitación profesional amplia, incluyendo habilidades como hablar en público o técnicas elementales de investigación académica, aparte de su titulación específica». Espín señala cómo, entre su alumnado americano, «una futura licenciada en gestión de empresas puede haberse formado en su universidad en una segunda lengua y en sociología, todo ello como parte de su currículo académico personal».
Desde el punto de vista del alumno, Neil Weerasekera, estudiante de Ingeniería Electrónica en la Universidad Carlos III, destaca la aportación del centro de cara a la empleabilidad y el emprendimiento: «Durante los cuatro años de estudios de grado contamos con cuatro asignaturas dedicadas a la preparación del estudiante al mundo laboral: Fundamentos de gestión empresarial, oficina técnica, organización industrial y prácticas externas». Un paso más para dirigirse a un futuro que será cambiante y para el que habrá que reinventarse continuamente…