Modelos de negocio digital a prueba de fallos

Los últimos meses hemos sido testigos de los cambios en el panorama empresarial. Los modelos de negocio digital ya no son la excepción, sino un complemento necesario a los enfoques tradicionales, y la única vía de lanzar un proyecto al mercado, en algunos casos.

Pero tener éxito en este medio no es tan sencillo como puede parecer a primera vista. Para evitar las trampas comunes de la digitalización, conviene evaluar cuidadosamente cada oportunidad antes de avanzar. Una vez se toman decisiones acerca de asuntos como la implementación o la comercialización, puede ser más complicado corregir el rumbo, si se cometen errores.

Precauciones a considerar respecto a los modelos de negocio digitales

Para evitar perder las oportunidades que ofrecen las tecnologías digitales, como la computación en la nube, el IoT, el aprendizaje automático o la inteligencia artificial, es aconsejable establecer alianzas y acuerdos.

Si bien el objetivo puede ser replicar el éxito de empresas globales de alta tecnología, hace falta ser realistas. No todos los proyectos pueden entregar los mismos resultados que Netflix, Facebook, Amazon o Google, ni siquiera aunque su transformación sea tan ágil y satisfactoria como se planee.

Beneficiarse de los modelos de negocio digitales es mucho más complejo de lo que las empresas asumen con frecuencia. Uno de los errores más comunes es invertir en tecnología digital sin comprender completamente las implicaciones de la digitalización. Esto sucede cuando:

Se intenta reorientar la esencia de la empresa hacia modelos de negocio digital, pero falta el soporte financiero a largo plazo, con lo que el planteamiento no se sostiene cuando los rendimientos en términos de mejora de los ingresos son modestos o, incluso, negativos.

Falla la planificación. Se sucumbe al resultar imposible frenar el impulso a la comercialización que surge al experimentar las solicitudes de la demanda y los objetivos de ventas internos, en ocasiones demasiado ambiciosos.

Para evitar llegar a este tipo de situaciones, las empresas deben tomarse el tiempo para evaluar cuidadosamente el impacto comercial y el potencial de ganancias de las oportunidades de nuevos modelos de negocio digital.

El primer paso es entender que el impulsor de este tipo de modelos comerciales no es la tecnología. De hecho, los avances solo tienen un papel secundario. Al igual que en los ecosistemas en la nube, el foco en la experiencia del cliente es clave para asegurar la sostenibilidad de los modelos de negocio digitales.

Así que tenemos que preguntarnos cosas como: ¿Cómo podemos crear valor para los clientes mientras usamos herramientas digitales como plataformas, aplicaciones y sitios web? ¿Están los líderes de la empresa preparados para guiar al resto de la organización en este proceso de cambio? ¿La cultura empresarial propicia la innovación, el aprendizaje y la apertura?

Antes de pensar en invertir en productos inteligentes y conectados, en capacidades de inteligencia artificial y en modelos de negocio digitales mejorados es preciso reflexionar acerca de la situación de la empresa, el punto en el que se encuentra en el momento actual y el potencial de las personas que la forman.