Así es el futuro del empleo en México, de acuerdo con la OCDE
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) presentó su estudio “El futuro del trabajo. Perspectivas del empleo de la OCDE 2019”, en el que analiza el futuro del trabajo en el mundo y en cada uno de los países miembros. Obviamente para nosotros reviste gran importancia lo que difunde este organismo en torno a nuestro país.
A continuación, reproducimos los aspectos más relevantes del estudio de la OCDE relacionado con el futuro del empleo en México.
La cantidad de puestos de trabajos se mantiene, pero su calidad y equidad podrían empeorar
A pesar de la ansiedad por la destrucción de empleos provocada por la globalización y el cambio tecnológico, es improbable que se produzca una fuerte disminución del empleo. En general, la cantidad de puestos de trabajo va en alza y si bien algunos pueden desaparecer (el 14% tiene un alto riesgo de automatización), otros surgirán. Aun así, la transición no será fácil. La calidad de ciertos empleos emergentes suscita preocupación y, sin una acción inmediata, las disparidades podrían aumentar, ya que ciertos grupos de trabajadores enfrentan mayores riesgos que otros.
Los crecientes desequilibrios en el mercado laboral son particularmente graves en México. La polarización de los empleos se ha traducido en una proporción cada vez mayor de empleos de baja calificación en relación con los de media y alta calificación.
El riesgo de automatización debido a la generalización de las nuevas tecnologías, puede llegar a ser una preocupación importante, ya que el sector manufacturero representa 17% del empleo, por sobre del promedio de la OCDE (14%).
En México, ciertas formas de trabajo atípico son frecuentes. En particular, con un 26.8%, la tasa de trabajo por cuenta propia es casi el doble del promedio de la OCDE (14.2%). Estos trabajos se caracterizan por una menor protección y seguridad social, menores oportunidades de capacitación y limitada representación colectiva. Además, la mayor parte del trabajo por cuenta propia es informal (78% en 2017), lo que plantea desafíos adicionales para las políticas públicas.
Los trabajadores jóvenes y los trabajadores adultos sin estudios superiores son los que enfrentan los mayores riesgos
La experiencia laboral de muchos jóvenes y de los trabajadores adultos sin estudios superiores ha empeorado en la última década. Si bien las mujeres siguen siendo el grupo con más alto riesgo de empleo precario, de bajos salarios y de desocupación; cada vez más jóvenes sin estudios superiores, y cada vez más hombres, también se están viendo afectados.
La proporción de jóvenes que no estudian ni trabajan (Ninis) en México (21% en 2017) es significativamente más alta que la media de la OCDE (13.2%).
Para los jóvenes mexicanos (20-30 años) que salen del sistema educativo, la probabilidad de encontrarse desocupado ha crecido de 35% a 38% en la última década. Alza algo menor que la media de la OCDE (4 puntos porcentuales).
A diferencia de la mayoría de los otros países, la probabilidad de recibir bajos sueldos no ha aumentado para los trabajadores jóvenes mexicanos con niveles de estudios medio-altos.
El desafío de extender la protección laboral más allá del empleo estándar
El rol jugado por el marco regulatorio es crucial en la protección de los trabajadores. Pero muchos trabajadores atípicos están fuera de él; así, los derechos y la protección de éstos deben ser reforzados
México podría sacar provecho de la experiencia de otros países de la OCDE que han extendido la legislación para proteger a ciertas categorías (como los trabajadores por cuenta propia cuyos ingresos dependen de muy pocos clientes).
Con la prohibición total de los convenios de no competencia, México, junto a California y Dakota del Norte en los Estados Unidos, tiene una de las legislaciones más avanzadas de la OCDE en esta área
Sin embargo, la efectividad de la regulación se ve complicada por el alto nivel de informalidad laboral existente en México.
autoempleo
La negociación colectiva, aún bajo presión, puede ayudar a configurar el futuro del trabajo
La negociación colectiva puede ayudar a trabajadores y empresas a definir nuevos derechos, a regular la adopción de nuevas tecnologías y a fomentar la seguridad y la adaptabilidad del mercado laboral.
Sin embargo, el aumento del trabajo atípico y décadas de debilitamiento de la representatividad sindical, están dejando a los empleadores sin un interlocutor claro.
En México, la proporción de empleados sindicalizados cayó de 28.5% en 1984 a 12% en 2018, mientras que la proporción de empleados cubiertos por acuerdos colectivos bajó de 13.2% (1994) a 12.5% (2016).
El aprendizaje de adultos es clave para que los más vulnerables se desenvuelvan en un mercado laboral que no cesa de cambiar
El aprendizaje de adultos está siendo cada vez más importante para que las personas mantengan y mejoren sus competencias a lo largo de su vida laboral. Con todo, numerosos sistemas de formación no responden a este desafío.
Muchos adultos con bajas competencias, por razones familiares o de trabajo, no tienen tiempo de capacitarse. La formación basada en módulos auto-contenidos y certificados, puede ayudar a que cada uno aprenda a su propio ritmo.
En México, el Modelo Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT) ayuda a los adultos de bajas competencias a calificarse y a terminar su educación primaria y secundaria.