No es que el grande se coma al pequeño sino el rápido al lento – deGerencia.com
LIBRO DE NEGOCIOS

No es que el grande se coma al pequeño sino el rápido al lento

Cómo utilizar la rapidez como herramienta competitiva en los negocios Desde siempre se había considerado que entre las claves del éxito de una compañía estaba su tamaño. Así pues, las compañías grandes estaban destinadas a desempeñarse exitosamente, mientras que las pequeñas debían conformarse con mantenerse al margen de aquellas. Sin embargo, esta máxima de la sabiduría popular ha dejado de ser del todo cierta. Hoy en día, lo importante es la celeridad con la que se desempeñe una compañía, independientemente de sus dimensiones.

La rapidez no es el resultado de desempeñarse de un modo completamente singular, sino, más bien, la consecuencia de poder identificar y eliminar progresivamente los diversos obstáculos que lentifican al personal de la organización y, por consiguiente, todos los procesos propios de esta. En este sentido, la gran interrogante no es cómo imprimirle velocidad a la compañía, sino cómo sortear los diversos elementos que impiden un desempeño veloz y, por tanto, exitoso.

La velocidad, pues, debe ser considerada una herramienta capaz de mejorar la competitividad de la organización, y entre sus elementos podemos contar pensar rápidamente, tomar decisiones rápidamente y entrar al mercado antes que los demás.





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